lunes, 18 de marzo de 2013

La actitud lo es todo


¡Hola!

Ya que en la última entrada hablé de cómo enfrentarse al tribunal, me parece interesante que la siguiente trate sobre el y qué viene después. Pues bien, después de la corrección ante el tribunal pueden pasar tres cosas: volver a casa con un sí, volver a casa con un no o volver a casa sin saber si ha sido un sí o un no.

Si ha sido un sí, ¡Enhorabuena! Llevas el PFC bien encaminado. Sigue hacia delante con las pautas que te haya marcado el tribunal y seguro que seguirás teniendo resultados positivos en las futuras correcciones. Y si todo va bien, lo más probable es que acabes con un acabado.

Si ha sido un no, ¡Da gracias! Sé que suena raro, pero ante un no al menos sabes que no vas a seguir trabajando en balde. Seguramente te lo habrán dicho, pero revisa el por qué de ese no. ¿Ha sido el tema?¿La situación?¿La implantación?... Descubre si necesitas cambiarlo todo desde cero o te basta con una reinterpretación de lo que ya tenías. Hazme caso, un no no es tan malo como parece.

Si no sabes si ha sido si o no, ahí está el verdadero problema. Si no lo sabes, ¿Sigues hacia delante?¿Lo cambias?¿¡Qué haces!?

Pues lo primero, comentar con aquel compañero que ha estado en la clase tomando nota de lo que te decían (¿Os acordáis que era uno de los consejos en la entrada anterior?) para saber si tiene la misma percepción que tú u otra más clara. Seguramente esto te aclare un poco.

¿Lo segundo? Despreocupate hasta la mañana siguiente del proyecto, sólo va a darte quebraderos de cabeza y no vas a ver nada claro. Y si es posible, volver a comentarlo con aquel compañero, ya con los nervios y la impotencia calmadas.

A continuación, pon en crisis todo aquello de lo que no te quedó claro si lo aceptaban o no. Intenta abstraerte, míralo con ojo crítico, coméntalo con compañeros o con algún profesional con más experiencia si tienes la posibilidad… ¿Qué consigues con todo esto? Has puesto en crisis tu proyecto, has intentado detectar y posiblemente detectado esos puntos flacos que hacían que no hubiese ni un sí ni un no, aquello que no estaba bien, pero que con ligeros retoques no tenía por qué estar mal.

Ya lo has puesto todo en crisis, toca cambiarlo. Cambialo, y no tengas miedo a que el cambio sea radical. Recuerda que partimos de un esquema, esquema que hay que estar dispuesto a cambiar, porque el primero no es el bueno, ni el segundo… No os encerréis en un esquema, porque si la cosa empieza mal, acabará mal… La esquematización es un proceso que nunca acaba y no todo tiene que caber en el primer esquema, eso sólo nos puede llevar a distorsionar la realidad.

Una vez cambiado, revisalo. Vuelve a comentarlo con compañeros y cualquiera que pueda ser de ayuda. Siguiendo este método de ensayo-error seguramente la cosa acabará bien.

Por último, no me gustaría acabar sin deciros que la actitud que se toma ante el PFC, como en todo en esta vida, lo es todo. No os dejéis desanimar por tener que cambiar una y otra vez las cosas. Tomad como algo positivo el tener que dar un paso atrás para dar tres hacia delante. Porque como vuestra actitud no sea una actitud que desee trabajar el proyecto, que esté interesada en el proyecto… el proyecto no saldrá para delante. Tenéis que confiar en vuestro PFC, sino lo hacéis vosotros nadie lo hará. No hay críticas malas, sino las que se quieren tomar con actitud negativa. Busca darle la vuelta a todo para encontrar el lado positivo, el PFC irá mejor.

¡Eso es todo por hoy!

1 comentario:

  1. Hay que estar convencido que tu proyecto es el mejor proyecto que podría haber ahí, completamente de acuerdo... si no crees tú en tus ideas, nadie lo va a hacer por tí.

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